domingo, 1 de agosto de 2010

Los Rodillos

El rodillo es uno de los elementos más característicos de un taller de grabado. Son utilizados para la estampación en relieve de las matrices y pueden tener multitud de formatos y características distintas. Es un material delicado que requiere cuidado en su manipulación y mantenimiento, por lo que debe protegerse de cualquier agresión física o química en su superficie ya que la calidad de la estampa quedaría perjudicada. Su efectividad dependerá de la pericia del estampador, en primer lugar, y de la composición, calidad y dureza de su recubrimiento.

Se compone de un eje central, un relleno y una cobertura. El eje o ánima suele ser de acero inoxidable o duraluminio, mucho más liviano, característica que se deja a las preferencias del estampador. Según la longitud del rodillo este eje se alarga en sus extremos para convertirse en dos mangos o, en el caso de rodillos pequeños, queda a ras sustentándose sobre un armazón de un solo mango de madera o metal.
Profesora Maria del Mar Bernal,de la facultad de Grabado de la Universidad de Sevilla
http://fcom.us.es/blogs/tecnicasdegrabado
http://fcom.us.es/blogs/tecnicasdegrabado

Aunque existen muchos tipos de evolturas para cubrir el amplio expectro de técnicas, los más extendidos en el ámbito artístico son los de caucho, ya que la goma natural está prácticamente en desuso. También existen los de gelatina, poliuretano y piel. (Concretamente el más utilizado en la actualidad es el caucho acrilonitrilo-butadieno(NBR). Datos ofrecidos por D. Jaume Comas de Sauer Hispania). El recubrimiento del rodillo es lo que le confiere su cualidad fundamental y debe contar con las caraterísticas de homogeneidad, elasticidad o resiliencia, resistencia térmica y resistencia química. La homogeneidad tanto en el cilindrado como en el estado de su superficie es imprescindible para un entintado uniforme sin zona blancas o marca alguna; la resiliencia o elasticidad es lo que permite al rodillo volver a su estado original tras entrar en contacto con la plancha; la resistencia a la temperatura, dentro de los márgenes estándar es fundamental para evitar deformaciones, y la resistencia química imprescindible para soportar el contacto continuo con la tinta y todos los productos de limpieza.


Los rodillos de gelatina son muy blandos y delicados, transparentes, mordientes al tacto y capaces de registrar todos los laterales de la talla, incluso introducirse en el hueco de éstas. Suelen ser de pequeño tamaño y les afecta excesivamente el calor y la luz directa del sol. Ya practicamente han sido sustituidos por los de poliuretano. Son raros de encontrar en los talleres a no ser que se estén utilizando para técnicas de color muy precisas (Hayter). Los rodillos de poliuretano presentan características parecidas a a los de gelatina, pero son más resistentes. Su superficie mordiente se hará menos glutinosa con el paso del tiempo. Son más costosos y de mejor calidad que el caucho, pero también algo sensibles al deterioro.

El rodillo de piel, es usado fundamentalmente en los talleres litográficos por las características especiales que confiere a un entintado con grasa y agua y ofrece unas condiciones técnicas muy precisas , por lo que en breve le dedicaré un post independiente. Pueden encontrarse, según el uso al que vaya destinado, de piel vuelta o por el lado derecho del cuero. Hay quien lo usa para enjugar la humedad del papel que se encuentra entre los secantes, para estampaciones manuales en relieve y en ocasiones -los más pequeños- para barnizar planchas. Un rodillo de piel necesita de un mantenimiento radicalmente distinto al resto de recubrimientos.

Una vez elegido el material y el tamaño (longitud y diámetro) quizá las caracteristica fundamental de un rodillo es la dureza, ya que ésta es quien confiere la adaptabilidad a las distintas matrices, preservando los desniveles (zona de corte de las zonas con o sin imagen) o recogiendo todo tipo de texturas. Para medir esta dureza se utiliza un durómetro que da resultados en un número según la Escala Shore. Las dos escalas más comunes son la A y la D, aunque existen más (E, M, O, OO…así hasta un total de 12) y cada una produce un valor de 0 a 100. En los rodillos usados en Bellas Artes se utiliza la escala A. Los rodillos de dureza media oscilan entre 40º y 45º Shore A, los blandos alrededor de 35º shore A y los duros entre 60º y 70º. Para ponerte un ejemplo de estas durezas, las ruedas duras del skateboard es de 98º A y la blanda 75º A. Un chicle tendría dureza 20º en la escala OO. Un rodillo duro se usa para entintar las partes más altas de la talla y dibujos muy precisos ya que no traspasa la zona de corte; los rodillos blandos se amoldan a las diferencias de nivel, llegando a las zonas más bajas y adaptándose a las posibles texturas que puedan tener las distintas superficies.


Creo que para manejar bien un rodillo hay que describir también cómo es su composición. La superficie de un rodillo no es suave o rugosa según ves a simple vista, sino una superficie de tipo fibroso. Si lo imaginas altamente ampliado verías que en realidad los picos de esta superficie se mueven cuando entra en contacto con la plancha. Es por eso que el movimiento sobre la superficie entintada del cristal se trata como de amasar, como estirar ligeramente la tinta y no solamente dejarlo rodar sin intención alguna. De esta forma se produce una agitación beneficiosa en el producto haciendo una emulsión más uniforme que aumenta su cualidades impresoras y su belleza. Esta característica es muy visible en la estampación litográfica donde el movimiento del rodillo de piel, o caucho, es un factor imprescindible para romper las emulsiones de tinta y agua que se producen. Ha de saberse que cuando interviene el agua en la estampación litográfica un movimiento lento depositará tinta, pero un movimiento rápido y energico realizará una función de succión tanto del cristal como de la plancha.

Con respecto al formato, se aconseja que la matriz sea inferior si utilizamos rodillos grandes. Si hablamos de los pequeños (un solo mango) basta que giren con soltura sobre su armazón para entintar sin marcas las zonas elegidas. Ambos deben estar bien rectificados evitando en su superficie todo tipo de encogimiento, deterioro, huella o endurecimiento debido a su edad, sobre todo en los extremos.

Una de las cosas que más trabajo le cuesta determinar a un principiante es la cantidad de tinta adecuada para una buena solución de la matriz, pero nadie puede ahorrar la experiencia que se requiere en este dato. Ya lo comenté en las tres entradas acerca de la tinta que hice hace tiempo y que te aconsejo visites de nuevo para ampliar ésta. Como resumen, intenta siempre un entintado cadente y regular, que la tinta esté fresca en el cristal, sin brillos, sin impurezas, que su sonido cuando deslizas el rodillos sea suave, sin chasquidos ni durezas. Armonía es la palabra exacta.

Un artista sabe entintar y estampar según sus conocimientos. Cuando extiendas la tinta debes poner una banda uniforme del mismo largo que el rodillo y a partir de ahí irla extendiendo. El movimiento de recogido y amasado con el rodillo, a la vuelta, debe contar con un pequeño giro para ir variando la posición de la generatriz que apoya en el cristal y plancha evitando que se deposite la tinta siempre en el mismo lugar. Una ligera presión siempre es necesaria (más para recoger que para depositar tinta) y dependiendo de las técnicas apretaremos más o menos.

El mantenimiento de los rodillos es algo que se debe considerar como prioritario para conseguir una estampación de calidad. Para revisar su estado lo mejor es guiarse por el sentido de la vista y el tacto: deben tener una apariencia mate y sentir que oponen una ligera resistencia al pasarle el dedo suavemente. Si los rodillos están pegajosos, muy duros o excesivamente brillantes, deformados, con muescas o mal cilindrados debes sustituirlos.

Comprobarás también que se endurecen con el tiempo. Los dos factores principales de esto son la pérdida de los plastificantes (material que le confiere flexibilidad, aproximadamente corresponde a un 20% de su composición) y la acumulación de contaminantes en los valles de su superficie fibrosa (calcio del papel y tinta, restos de disolventes…) , lo que se manifiesta como brillo. Si al medirlo con un durómetro, la dureza sobrepasa en 10 puntos su lectura original debes cambiarlo. También suelen alabearse por sus extremos produciendo marcas lineales desagradables sobre las matrices y, en el caso concreto de la xilografía, muy difíciles de corregir.

La limpieza de un rodillo debe hacerse de forma delicada y concienzuda ya cualquier partícula o resto de tinta se secará sobre su superficie produciendo imperfecciones. Para limpiarlos se usarán productos no agresivos de naturaleza grasa (si la tinta así lo requiere) que luego dejará un beneficioso reducto protector. De estos disolventes JAMÁS se usará el disolvente universal ya que arrugaría instantáneamente el caucho encogiéndolo de forma irreversible. Mientras menos refinados estén mejor. Pueden usarse trementina, litotina, parafina, el AS-2 (Boetcher), -tóxicos- ó ALV (Agente Limpiador Vegetal) más beneficioso para el grabador y el medio ambiente. Debe hacerse con trapos de algodón muy suaves, evitando tejidos rugosos o demasiado abrasivos como los fieltros de mantillas desechadas y papeles de periódicos excesivamente rígidos que pueden arañar el caucho con los picos que se forman en sus arrugas. Recoge bien los restos de productos, sobre todo si se trata de ALV para que no afecte a las sucesivas estampaciones. Una forma muy cómoda de limpiar los rodillos pequeños es añadir un poco del limpiador sobre un periódico extendido e ir pasando páginas hasta que al final solo quede un resto, que se eliminará fácilmente con un trapo suave.

Los rodillos deben ser almacenados siempre sobre sus soportes de manera que nunca queden apoyados sobre su revestimiento ya que la generatriz de apoyo quedará marcada manifestándose después como una banda blanca. Al cierre de cada ejercicio o curso, o cuando van a estar mucho tiempo sin usar, es conveniente que se inspeccionen para cilindrarlos si fuese necesario (y el tipo de rodillo lo permita) para corregir cualquier descentrado o huella por el uso que pudiesen presentar. En caso de mucho tiempo de reposo se impregnarán con polvos de talco.

[

No hay comentarios:

Publicar un comentario